Pies zambos, qué es y cómo tratarlo

Pies zambos, qué es y cómo tratarlo

Los pies zambos o equinovaros son una anomalía genética que se da desde el nacimiento, afectando a los huesos y los músculos del pie.

Este tipo de anomalía hace que los pies tengan una orientación anormal, orientándolos hacia abajo, además de estar girados hacia dentro.

Esta deformación de los pies lleva a que los dedos de los pies queden afectados por la deformación, dejándolos orientados hacia el interior de la pierna.

Por lo general, los pies zambos no crean dolor de pies ni ningún otro problema de salud, al menos hasta que el niño comienza a andar.

No por ello debe prestarse menos atención, ya que unos pies zambos no tratados puede acarrear serios problemas, e incluso puede retrasar o evitar la capacidad del niño para andar.

Los pies zambos se pueden identificar desde bebés, lo cual es una ventaja a la hora de empezar a tratar el pie zambo, ya que mientras antes se actúe, mejor.

El tratamiento debe ser aplicado a las pocas semanas del nacimiento, ya que el pie zambo en adultos es más difícil de recolocar y necesita operación quirúrgica.

Pie zambo

Causas del pie zambo

Las causas de los pies equinovaros no están del todo aseguradas, aunque se sabe que es un problema hereditario y puede venir de familia.

Los niños varones son más propensos a nacer con esta anomalía en sus pies, aunque raramente presentan otros problemas de salud.

Este tipo de deformación se puede apreciar desde la semana 20 de gestación, aunque de no ser así, es perfectamente reconocible en el momento del nacimiento del bebé.

Uno de los problemas relacionados con esta afección es el pie zambo posicional, aunque en realidad no es pie zambo, sino que es una posición que adopta el bebé en el útero, pudiendo ser corregido tras el nacimiento.

Algunos de los casos de pie zambo posicional terminan en una deformación total, afectando a los tensores y ligamentos, volviéndolos tensos e impidiendo que estos se estiren para lograr la posición correcta.

Síntomas de los pies zambos

Los síntomas de los pies zambos pueden variar dependiendo del tipo de pie zambo que se tenga, pero por lo general, la deformación es el síntoma más llamativo.

La deformación puede doblar hacia abajo la zona del empeine, lo que provocaría un aumento del arco plantar, lo que se conoce como pie cavo, además de girar el talón hacia el interior del pie.

En algunas ocasiones la deformación del pie zambo puede ser tan exagerada que podría dar la sensación de que el pie se encuentra del revés.

Por otro lado, es posible que la pierna o el pie afectado sea algo más corto de lo normal, además, puede aparecer un bajo desarrollo en los músculos, sobre todo en la pantorrilla.

Estas deformaciones de los pies por los pies zambos no suelen producir ningún tipo de dolor, aunque dificulta el andar y puede llegar a provocar dolores en la columna debido al mal apoyo de los pies en el suelo.

Pies zambos

Tratamiento del pie zambo

El tratamiento utilizado para el pie equino-varo se realiza mediante la colocación de escayolas y férulas para enderezar el pie. Antes se recurría a operaciones, pero ahora solo se realizan en casos necesarios.

Estas manipulaciones en los pies la lleva a cabo un médico traumatólogo especializado en la anomalía, aunque los padres del niño también tienen un papel importante en la evolución del tratamiento.

La corrección es un proceso que se lleva a cabo de manera progresiva, recurriendo a la cirugía del tendón de Aquiles solo en los casos más graves.

Por lo general no es necesario recurrir a la cirugía, lo que bastaría con la manipulación del pie con el Método de Ponseti.

Este método consiste de dos partes, escayolado y colocación de férula ortopédica.

Escayolado del pie

El primer escayolado del pie se hace a las pocas semanas de vida del bebé, aunque lo normal es entre la primera y segunda semana de vida.

Estas escayolas las irá revisando el traumatólogo una vez a la semana, además, colocará un nuevo escayolado en el pie para enderezarlo semana tras semana.

En las visitas semanales al traumatólogo, al bebé se le hará un estiramiento del pie con suavidad para girar el pie más que la semana anterior.

Por lo general, los bebés necesitan de 5 a 7 cambios de escayola para enderezar el pie zambo antes de pasar a las férulas ortopédicas.

Férula ortopédica para los pies zambos

Una vez terminado el proceso del escayolado, el traumatólogo colocará en el pie del bebé una férula ortopédica.

Estas órtesis o férulas, son unos zapatos ortopédicos especiales para pie zambo que harán que el pie no vuelva a su posición que tenía antes del escayolado.

Férula ponseti
Férula ponseti

Esta férula es necesaria durante sus primeros años, ya que el rápido crecimiento del pie podría crear de nuevo una deformación si no se llevase.

La primera medida es llevar la férula ortopédica puesta durante unos tres meses ininterrumpidos, incluido por la noche.

Después de los primeros meses, la férula pasará a ser ocasional, llevándola puesta al dormir, ya sea por la noche o en la siesta. Esta medida se prolongará durante algunos años.

El niño puede tardar algunos días en adaptarse a llevar puestas esta férula, ya que la misma le impide los movimientos con los pies, dejándoselos en una posición fija.

Para la efectividad del tratamiento de Ponseti es necesaria la implicación total por parte de los padres hacia el mantenimiento del método, ya que de no ser así podría ser que no se corrigiera el pie zambo.

Los estudios hablan de un 80% de recidiva los casos donde no se ha llevado a cabo totalmente las recomendaciones del traumatólogo, aunque esta incidencia baja hasta el 5% en los casos en donde los padres sí han llevado a cabo el tratamiento tal cual se lo ha recomendado el médico.

Intervención quirúrgica del pie equinovaro

En los casos donde se requiere intervención quirúrgica para corregir el pie zambo, el niño estará sedado bajo anestesia general, por lo que no sentirá nada en ningún momento.

La operación puede variar dependiendo de la gravedad de las deformaciones en los pies del paciente, su edad y los tratamientos anteriores que haya podido tener.

Para realizar esta intervención se deben realizar dos incisiones en el pie, una en la parte posterior pegada al talón, y otra en la parte interna.

Por estas incisiones el cirujano debe alargar o acortar el tendón del pie, aunque en algunos casos más complejos, también será necesario modificar algún hueso, como por ejemplo en niños con edad avanzada.

En estos casos más difíciles de tratar es posible que los niños necesiten una segunda operación para terminar de reposicionar el pie en el sitio que le corresponde.

Después de ello, tendrá que llevar el pie enyesado entre seis y doce semanas, para más tarde colocar una férula ortopédica que deberá llevar por un periodo de tiempo más largo.

Pies zambos rayos x
Radiografía de pies zambos

Riesgos de la operación de pies zambos

Esta operación puede llegar a ser muy compleja en algunos casos donde no se ha tratado en las primeras semanas de vida del bebé, por lo que podría presentar las siguientes complicaciones:

  • Problemas al respirar
  • Reacciones alérgicas a los medicamentos producidas por la anestesia
  • Sangrado o infección de las incisiones
  • Daños en los nervios del pie
  • Inflamación del pie
  • Problemas de circulación

Tipos de pie zambo

Los pies equinovaro no son todos iguales, por lo que existen varios tipos de deformaciones y de tratamientos para reposicionarlos.

El más frecuente es el pie zambo postural, y además de ser el más beneficioso de todos, también el es más fácil de corregir.

Otros tipos de pies equinovaros son:

  • Pie zambo sin tratar: pies los cuales no han seguido un tratamiento para corregirlos.
  • Recidivado: pies que después de haber corregido su posición, vuelven a generar algún tipo de deformación.
  • Pie atípico: pies donde la manipulación y corrección habitual no responde correctamente, lo que hace cambiar la forma de colocar los yesos para corregirlos.
  • Pie zambo idiopático: pies que no responden al tratamiento de enyesado por ser un tipo de pie demasiado rígido.
  • Sindrómico: un tipo de pie más difícil de tratar, donde las deformidades han sido generadas por contracturas congénitas o enfermedades neurológicas.

Factores de riesgo que podrían generar pies equinovaros

Hasta donde se conoce esta deformación, los bebés varones tienen más posibilidad de nacer con pie zambo congénito que las niñas.

Algunos factores de riesgos es la genética, ya que se cree que el pie zambo equinovaro puede ser hereditario, lo que hace más probable que un niño nazca con esta deformación en los pies si alguno de sus padres lo tiene.

También, los pies zambos o equinovaro pueden estar relacionados con otros tipos de anomalías congénitas o deformaciones en el esqueleto, como la espina bífida, que hace que la columna vertebral y la médula espinal no se terminen de desarrollar correctamente.

Se cree que fumar durante el embarazo es otro de los posibles factores de riesgo que puede aumentar significativamente el que el bebé reproduzca pie zambo durante su etapa de feto.

Otro de los motivos sería tener líquido amniótico insuficiente durante el embarazo, ya una cantidad baja de este líquido que rodea al bebé en el útero puede llegar a generar pie varo en el proceso de gestación.